La ética se trata de cómo tomamos decisiones, no de ser perfectos, dijo Rafael León, miembro del Consejo Asesor de Ética del Poder Judicial de Costa Rica, expositor de la conferencia “Integridad pública: prevención, control y respuesta ante la corrupción”, realizada el 22 de octubre, en el Centro de Capacitación e Investigación, de la Procuraduría de la Administración, Dra. Alma Montenegro de Fletcher.
Se es ético, por la propia voluntad, porque hay una razón de fondo, más allá del control de vigilancia, que fomenta las conductas éticas, afirmó el conferencista internacional. Se trata de cómo tomamos decisiones, porque sabemos cuáles son nuestras metas. Sustentó su afirmación en Aranguren, quien dice que “la ética es la personalidad que construimos a través de la vida, lo que hemos hecho de nosotros mismos”.
¿Cómo tomamos decisiones? Haciendo acopio de dos características: voluntad y libertad. Cualquier decisión que se tome debe ser congruente con la vida y cómo afecta a los demás; es una decisión razonada.
El magíster León, un experto en la materia, destacó que “los valores no los impone la sociedad, los elegimos; son principios aplicables. Las personas que la practican las virtudes, las tienen tan incorporadas, que no se pueden desligar de ellas. Las virtudes nos salvan de dos cosas: de los malos ejemplos y de las buenas excusas. Se convierten en un escudo que nos protegen de las influencias, afirmó el conferencista, quien es docente del Sistema Nacional de Ética y Valores de Costa Rica y miembro del Consejo Asesor de Ética del Poder Judicial de su país.
Durante su presentación, el Lic. León, ejemplificó, con acciones cotidianas, los valores, principios y virtudes necesarias para actuar éticamente, tanto en el ámbito privado como en el público, y reconocer, de manera razonada, que nuestras acciones siempre tienen consecuencias.
Sobre la integridad pública, haciéndose eco de la recomendación de la OCDE, “La integridad consiste en el posicionamiento consistente y la adhesión a valores éticos comunes, así como al conjunto de principios y normas destinadas a proteger, mantener y priorizar el interés público sobre los intereses privados”, el magíster Rafael León señaló las muchas acciones de corrupción que se cometen, a diario, desde apropiarse de recursos públicos, tales como dinero, tiempo, activos, y lo destinarlo para un fin particular.
“Lo público es para fines público no para lo privado”, sentenció. Hay diferentes niveles, pero cuidado porque de lo pequeño nos acostumbramos y vamos a lo grande.
Invitó a trabajar en la prevención, para evitar tener que castigar. Es indispensable promover la integridad. Hay que formar a las personas, técnica, profesionalmente, jurídica, cómo seleccionar al recurso humano, la transparencia. Las apariencias en la gestión pública, también importa.