El Centro de Capacitación de la Procuraduría de la Administración fue escenario para el desarrollo del seminario – taller: “Código Uniforme de Ética de los Servidores Públicos”, que contó con la participación de 42 servidores públicos recién ingresados a las instituciones del Estado; el mismo tuvo como objetivo “Evaluar las normas y principios éticos y morales contemplados en el Código Uniforme de Ética de los Servidores Públicos que orientan la conducta en el ejercicio de la función pública”.
Thaiska T. Tuñón Solano de la Unidad de Ética Pública, agradeció en nombre del Procurador de la Administración, Rigoberto González Montenegro sobre la importancia que las instituciones del Estado tienen en la formación continua y permanente de su capital humano; impactando está en el fortalecimiento de sus competencias y en las buenas prácticas institucionales.
A manera de introducción la Dra. Tuñón hizo referencia a las normas de conductas existentes para el adecuado cumplimiento de la función pública, destacando la Constitución Política de la República de Panamá, la cual dispone en el Título XI – Artículo 300 que “Los Servidores Públicos se regirán por el sistema de méritos; y la estabilidad en sus cargos estará condicionada a su competencia, lealtad y moralidad en el servicio”, por otro lado, mencionó las convenciones internacionales y lo establecido en la Ley 6 de 22 de enero de 2002 (Que dicta normas para las transparencia en la Gestión Pública ), sirviendo está como base para la reglamentación del Decreto Ejecutivo –N° 246 de 15 de diciembre de 2004, por el cual se dicta el código uniforme de ética de los servidores públicos; entre otros documentos que manifiestan aspectos generales en cuanto a reglamentar o normar la conducta de los servidores públicos.
Por su parte, el licenciado Joel Degracia, Coordinador de Planes y Programas (Unidad de Mediación Comunitaria) desarrolló el contenido del Código Uniforme de Ética de los Servidores Públicos; inició su presentación con una dinámica de integración, permitiendo a los participantes su auto-presentación y determinar principios y valores personales creando canal de comunicación y socialización. Llevó a los participantes a la reflexión de como la ética pública versa no solo en plano del servidor público, sino que el mismo tiene reflejo en las personas que accedan a un servicio; de esta manera se viabiliza por principios característicos que el hombre debe atender a reglas de principios y conductas que bajo una regla son medibles y que sin ser carente de actos, el mismo debe propugnar por mejores acciones que sumen y fortalezca la administración desde su posición. La Ética y el servicio público debe ser más fuerte en la convicción de los hombres y mujeres que desempeñan sus roles de trabajo en la administración.
El seminario concluye con la aplicación de un Estudio de Caso, a cargo de la licenciada Tilcia Rujano de la Unidad de Ética Pública, explicando la metodología del taller y guiando a los participantes en el trabajo colaborativo que tenían que desarrollar. Las mesas de trabajo construyeron sus estrategias de abordaje interrelacionando el planteamiento plasmado en el caso con los principios éticos y morales contemplados en el Código Uniforme de Ética de los Servidores Públicos y presentaron estrategias de cómo prevenir las malas prácticas o conductas negativas en el ejercicio de la función pública. Rujano culmino su intervención resaltando una frase de la Madre Teresa de Calcuta “No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título o mucho dinero lo que convierte a una persona en grande… Es su honestidad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás”.